Si usted opera un negocio en Puerto Rico está al tanto de los beneficios de vivir en la isla, incentivos contributivos, buena temperatura todo el año. El hecho de que es una localización tropical en el caribe, siendo territorio americano. No requiere pasaportes o visas. De lo que sí tiene que preocuparse es del estado del sistema de energía eléctrica. A pesar de promesas de mejoras en la estabilidad del sistema eléctrico de AEE una vez que LUMA tuviera el control del mismo, las empresas privadas no pueden resolverlo todo. El sistema es viejo, anticuado, recibe poco mantenimiento y no es confiable. Aunque usted puede contar con electricidad la mayor parte del tiempo, se ha convertido en una realidad de vida mantener expectativas de que la luz se vaya de vez en cuando. ¿Cómo llegamos a este punto? ¿Qué alternativas tienen los negocios locales? ¿Puede la cogeneración (CHP, por sus siglas en inglés) ser una alternativa viable?
Existen varias razones por qué la infraestructura energética en Puerto Rico es inestable. Fue construida en los años 1940s y 1950s y es sabido que ha tenido poco mantenimiento. La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) ha sido acusada por haber presentado problemas administrativos y haber firmado contratos poco transparentes con conveniencias de algunos representantes de los gobiernos pasados.
Más recientemente, en la década de los 2010s, la energía eléctrica se estaba generando a una capacidad reducida como consecuencia de las dificultades financieras de la AEE. En adición, la planta eléctrica más grande en la isla (Palo Seco) estaba en riesgo de colapsar.
Eventualmente, la AEE se declaró en quiebra. Adicionalmente, las líneas de transmisión de alta tensión son de tipo aéreo. Y dada la localización de Puerto Rico en el caribe, están expuestas a temporadas de huracanes anualmente — El huracán María causó un gran daño a las líneas de transmisión (80% del sistema eléctrico colapsó), lo que resultó en que residentes perdieran el servicio eléctrico por meses.
Curiosamente, una vez que el servicio fue restablecido a casi toda la isla, un contratista que estaba trabajando en reparaciones, accidentalmente acercó su excavadora demasiado cerca a una conexión de 230-kV en la planta Aguirre, ubicada en la costa sur de Puerto Rico. Este accidente ocasionó una interrupción de servicio adicional de grandes proporciones, la cual duró más de 24 horas.
La Ley de Política Pública Energética de Puerto Rico del 2019 establece que la isla deberá obtener 40% de su electricidad de fuentes de energía renovable para el año 2025, 60% para el 2040, y 100% para el 2050.
Aunque estas cifras suenen como metas inalcanzables para una isla en donde la mayoría de la energía es generada usando petróleo, propano y gas natural, una porción pequeña de la electricidad de la AEE en el 2020 fue generada de energía solar fotovoltaica y eólica. Estos esfuerzos son un reflejo de las alternativas de energía que actualmente están disponible en la isla:
La segunda facilidad fotovoltaica más grande del caribe está localizada en el área oeste de la isla, en el pueblo de Isabela. El proyecto se realizó gracias a una colaboración entre la AEE y Oriana Energy, una subsidiaria de Sonnedix Group, una compañía independiente que produce energía solar.
Esta planta en Isabela, es el segundo proyecto realizado en Puerto Rico por Sonnedix. La compañía también ha trabajado con el gobierno local para establecer otra planta PV en Salinas, en la costa sur de la isla. Ambos proyectos son un paso sustancial en traer energía limpia a la isla, a la vez que se reduce la dependencia en el sistema eléctrico actual.
La finca de energía eólica más grande del caribe está localizada en Santa Isabel, en la costa sur de la isla. Desde su comienzo, la finca ha generado electricidad a 30,000 hogares, y ha reducido 180,000 toneladas métricas de emisiones de CO2. Y en el 2012, la Finca Eólica de Santa Isabel alcanzó operaciones comerciales luego de instalar 44 turbinas.
La energía eólica es una de las fuentes de energía más costo efectivas, así que en adición a proveer a negocios locales con resiliencia energética, también es una manera sustentable de reducir costos y contaminación ambiental.
Puerto Rico tiene 19 generadores de energía hidroeléctrica. Aunque eventualmente estas se podrían utilizar para generar electricidad confiable, algunas tienen más de 100 años — algo que el gobierno de Puerto Rico tiene la intención de atender. Bajo el Plan de Recursos Integrados del 2020, la AEE está investigando maneras de modernizar estas facilidades y está evaluando integrarlas a los sistemas de abastecimiento de agua en la isla.
En adición, organizaciones ambientales locales apoyan la investigación del uso potencial de nuevas tecnologías micro hidráulicas de energía distribuida.
La cogeneración es una tecnología que genera electricidad y captura el calor residual generado en el proceso de generación. Esta energía capturada es aprovechada para producir agua caliente, vapor y hasta puede generar agua helada en un proceso de absorción.
Una de sus ventajas más grandes es su versatilidad. Los sistemas pueden ser operados con biogás, hidrógeno, gas natural renovable, gas natural, o propano. Esto significa que los negocios pueden utilizar combustibles menos contaminantes o combustibles totalmente limpios y/o renovables. Es una manera eficiente de correr operaciones de gran escala, como hospitales, supermercados, hoteles, plantas de manufactura y hasta condominios residenciales. La energía generada por la cogeneración (CHP) provee continuidad de su negocio durante interrupciones de servicio eléctrico y es una fuente continua de energía para funciones críticas.
Existen varias ventajas al usar sistemas de cogeneración para generar energía en sitio para operaciones de gran escala:
Como los sistemas CHP generan su propia energía, sus operaciones son menos dependientes del sistema eléctrico de la isla. La energía generada a través de la cogeneración provee continuidad a las operaciones durante interrupciones de servicio y ofrece una fuente continua de energía para todas sus funciones críticas.
La cogeneración (CHP) reduce la necesidad del uso de combustibles fósiles, ya que aprovecha el calor residual que en un sistema abierto de generación de energía sería perdido. Esto reduce el consumo de combustible, resultando en costos de energía significativamente más bajos. Esto nada más debería ser una razón convincente para confiar en la cogeneración, ya que los costos de energía en Puerto Rico están entre los más altos de Estados Unidos. De hecho, en el 2019, el costo promedio de electricidad en la isla era más alto que en casi todos los estados.
La tecnología CHP genera electricidad a la misma vez que captura calor y lo usa para producir energía térmica. Por lo tanto, no solamente requiere menos energía para correr sus operaciones, sino que lo hace de una manera más eficiente.
Dependiendo de sus necesidades comerciales, los sistemas de CHP pueden ser suplidos como soluciones integradas, o se puede construir contenedores de máquinas en el sitio de las operaciones. Un CHP puede operar no conectado con la red eléctrica o simplemente de manera aislada y producir la energía requerida por su negocio.
Las opciones de suministro comienzan con equipos de 60 kW de electricidad, hasta capacidades de hasta 5,000 kW.
Aunque los sistemas pueden operar en sincronía con la red eléctrica, también pueden ser configurados para correr sus operaciones durante interrupciones de servicio, y también pueden continuar generando energía térmica. Antes de decidir en algún sistema en específico, los negocios deberían realizar una auditoría energética para determinar sus requisitos energéticos, y luego usar esa información para decidir cual opción de CHP sería la más beneficiosa.
2G Energy ofrece una gran variedad de soluciones de CHP que proveen desde 60 kW hasta 2,500 kW. También tenemos un portafolio extenso de proyectos exitosos de CHP en Estados Unidos, Canadá y Europa, y hemos instalado más de 7,500 sistemas alrededor del mundo — y estamos listos para asistirlo en sus proyectos en Puerto Rico.
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